miércoles, 18 de mayo de 2011

Abonos e insecticidas.

Abonos e insecticidas

Abonos:
Abonos

Abonos e insecticidas ecológicos:
Abonos e insecticidas ecológicos

Antiplagas:

Antiplagas

Correctores de carencias:
Correctores de carencias

Herbicidas:
Herbicidas

Insecticidas y Fungicidas:




domingo, 15 de mayo de 2011

Maíz o millo

Maiz o millo
Zea mays, comúnmente llamada maíz, choclo, millo o elote, es una planta gramínea anual originaria de América introducida en Europa en el siglo XVI. Actualmente, es el cereal con mayor volumen de producción en el mundo, superando al trigo y al arroz
La dependencia de México acerca del maíz como base alimenticia es significativa, esto se debe a que desde épocas precolombinas fue la base de la alimentación, junto con el cacao, chile y calabaza.
En el mapa inferior se muestra la tasa de consumo de maíz per cápita a nivel mundial; como se ve en el mapa México, Guatemala, Honduras, El Salvador, y los países del Sur de África, encabezan la lista de los principales consumidores de maíz.
Zea mays es una planta monoica; sus inflorescencias masculinas y femeninas se encuentran en la misma planta. Si bien la planta es anual, su rápido crecimiento le permite alcanzar hasta los 2,5 m de altura, con un tallo erguido, rígido y sólido; algunas variedades silvestres alcanzan los 7 m de altura.
El tallo está compuesto a su vez por tres capas: una epidermis exterior, impermeable y transparente, una pared por donde circulan las sustancias alimenticias y una médula de tejido esponjoso y blanco donde almacena reservas alimenticias, en especial azúcares.
Las hojas toman una forma alargada íntimamente arrollada al tallo, del cual nacen las espigas o mazorcas. Cada mazorca consiste en un tronco u olote que está cubierta por filas de granos, la parte comestible de la planta, cuyo número puede variar entre ocho y treinta.

La morera

Las moreras, en especial la especie Morus alba, se cultivan por sus hojas, único alimento de los gusanos de seda, cuyos capullos se utilizan para fabricar seda. Tanto el árbol como el tejido proceden de Asia y fueron desconocidos en Occidente hasta que, en el siglo VI, los monjes nestorianos establecieron la ruta de la seda.
En La Palma este cultivo comenzó a desarrollarse desde principios del siglo XVI, aunque nunca ocupó un lugar tan destacado en la economía si lo comparamos con la caña de azúcar o la vid. Aun hoy existe en El Paso el taller Las Hilanderas, que elabora seda empleando un antiguo método establecido en Europa durante la Edad Media que ya sólo existe en nuestra isla.
La Morus alba, morera blanca, moral blanco, o simplemente morera, ]es una especie de árbol perteneciente al género Morus, familia de las moráceas.
Comúnmente conocidos como moreras, son árboles procedentes de las zonas templadas de Asia, de tamaño pequeño a mediano, pueden ser monoicos o dioicos. De rápido crecimiento cuando son jóvenes, pero más lentos a medida que alcanzan la madurez, no suelen sobrepasar los 15 m. Cabe destacar que, como todas las moráceas, estos árboles contienen en su savia una sustancia llamada látex. Presenta hojas alternas, ovales y enteras o lobuladas y de márgenes dentados, de color verde brillante y lustroso por el haz, más claras por el envés.
Posee pequeñas flores que crecen formando espigas apretadas y alargadas. Tras la floración en primavera surgen los frutos compuestos, formados por pequeñas drupas estrechamente agrupadas, entre 2-3 cm de largo, llamadas moras de color blanco a rojizo.

La caña de azúcar

La exportación de azúcar fue uno de los pilares de la economía canaria desde los primeros años de la conquista. Está documentado que ya en 1508 había azúcar canario en Amberes. Sirvió para atraer riqueza y equilibrar la balanza comercial.
En la primera mitad del siglo XVI había cuatro plantaciones de caña de azúcar en La Palma. Hacia 1550 el azúcar  llegó a su apogeo. Sobre él se cimentaron las primeras grandes fortunas isleñas. El área de cultivo en Canarias correspondía a las zonas de costa, en altitudes inferiores a los 500 metros, en las que se unían condiciones óptimas de temperatura y además la  pluviosidad permitía el riego artificial.
A partir de 1554 comienza a disminuir la producción, como  resultado en parte de la inmigración de los maestros del azúcar a las grandes y nuevas explotaciones americanas que necesitaban de expertos en la elaboración del azúcar cuyos puestos estaban  bien remunerados. Aparte de esto ni el clima ni los suelos de la isla son los apropiados para el cultivo de caña en condiciones competitivas con las zonas tropicales. Para poder hacer frente a la competencia se levantaron  una serie de impuestos sobre el azúcar importado,  impuestos cuyo efecto fue que el azúcar americano alcanzase hasta tres veces el valor del precio original.
No obstante, esto no fue suficiente. Pese a haber dificultado la venta de azúcar importado había  numerosas diferencias que hacían la competencia inviable. La caña se cultivaba de una forma primitiva, con bajos rendimientos,  sin emplear maquinaria avanzada como la que se usaba en las explotaciones de América. Además, las variedades de caña eran  pocas  y  nada selectas, no se disponía de tanto combustible como en América para la cocción del guarapo que, además, debía repartirse,  ni tampoco se disponía de una mano de obra tan barata como los indios paganos  recién conquistados (candidatos a ser esclavos) del Nuevo Mundo, que no cobraban una parte de la cosecha al recogerla.
El cultivo sólo podía extenderse en bancales; no es comparable con las amplias terrazas de los valles dominicanos o puertorriqueños .Y no es comparable en rendimiento del suelo por muy intensivo que fuera el cultivo, pues la escasez de tierras era tan evidente, que forzosamente debían agotarse antes y se debía rotar con otros cultivos mas la tierra era tan  limitada que durante un tiempo dentro de las propiedades de un particular en ningún campo se estaba cultivando caña(además de que en las islas la tierra es escasa y costaba mucho más adquirir una parcela que  en América), y los propietarios  no estaban dispuestos a reunirse y aunar tierras y esfuerzos para propiciar la rotación  y adaptarse a la competencia. Del mismo modo, no es comparable tampoco desde un punto de vista climatológico, pues en Canarias es necesaria la irrigación artificial y, por otra parte, al ser escasas las lluvias, se limitaba temporalmente la molturación cañera en los molinos, que eran movidos por energía hidráulica.
En resumen, Canarias suministró azúcar de alta calidad y en apreciable cantidad a los mercados europeos  durante algo más de sesenta años hasta el declive final de la producción de este producto provocando un breve periodo de pobreza. Sin embargo dicha producción fue sustituida, fundamentalmente, por el creciente comercio y producción de vino, que se reveló como más productivo a largo plazo, proyectándolo hacia América y la y Europa.

La cochinilla

La Dactylopius coccus, popularmente llamada cochinilla, pertenece a la familia Dactylopidae y se trata de un insecto parásito fitófago, de unos 6 mm la hembra y 2 el macho, que vive como huésped de la tuna o tunera, en la que se suele manifestar como manchas de un color grisáceo.
La cochinilla es una especie originaria de América y más concretamente de los países andinos como Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y Chile, que se cría en los tallos de las tuneras , de las cuales se alimenta extrayendo su savia.

La cochinilla es un insecto usado principalmente para la extracción del colorante compuesto por dos sustancias conocidas como el carmín y el ácido carmínico.
Su explotación en La Palma comenzó en 1830 con la intención de sustituir a la producción del vino, que ya por entonces se hallaba su fase final de decadencia. Para la instauración de latifundios se debía introducir la tunera con la finalidad de que la cochinilla pudiera desarrollarse, lo cual no fue difícil.

La Opuntia o tunera es un género de la familia de las cactáceas que consta de más de 300 especies, todas oriundas del continente americano, desde el norte de EE. UU.  hasta la Patagonia, donde crecen de forma silvestre. Fueron introducidas en Europa por los conquistadores y se naturalizaron fácilmente en la región mediterránea. La especie más común es la Opuntia ficus, conocida como nopal, tuna o chumbera.
Este extenso género abarca plantas de muy diferentes tamaños, desde la pequeña Opuntia microdasys variedad albispina, hasta especies arbustivas o arbóreas con tronco y copa, como la Opuntia leucotricha, que puede llegar a medir 5 m de altura. Son plantas muy rústicas y ramificadas, con ramas muy extendidas o inclinadas. Los segmentos (cladodios) son característicos del género, con apariencia de hoja carnosa, planos y generalmente ovales; poseen la capacidad de convertirse en tallos y a su vez emitir nuevos segmentos y flores. Para que esto se produzca sólo es necesario que la hoja se encuentre sobre suelo fértil y una primera hidratación. No es necesaria una gran manutención, por lo que la instauración de la especie fue rápida y eficiente, lo cual ayudó al desarrollo de la actividad.

Este cultivo fue abandonado en 1880, año en el que se produjo la invención de los tintes sintéticos, cuya elaboración era menos costosa, lenta y trabajosa. La competencia era aplastante y la producción del tinte procedente de la cochinilla insuficiente, por lo que las plantaciones claudicaron, siendo sustituidas por los latifundios de tabaco.
No obstante, aunque la actividad se abandonó, así como el cultivo voluntario de la tunera, ésta no fue eliminada, lo cual ha hecho que hoy se puedan ver todavía muchos ejemplares diseminados por la isla. En algunos de éstos aun se pueden ver agrupaciones de cochinilla.